El lago Turkana se encuentra en una región remota del norte de Kenia. Es el lago de desierto más grande del mundo. Su principal aporte de agua depende del río Omo. La construcción de nuevas presas en Etiopía están disminuyendo drásticamente el flujo de agua en el río Omo, lo que hace que la salinidad del lago esté aumentando rápidamente. A día de hoy, el lago Turkana es el más salino de los grandes lagos de África. La hidrología del lago también ha cambiado y está afectando tanto a la vida salvaje como a las comunidades locales que dependen de ella. El equilibrio que una vez existió ahora está interrumpido y tanto las comunidades locales como la vida silvestre salvaje enfrentan un futuro complicado. Un equipo de investigadores del Global Change and Conservation llevaron a cabo una expedición allí para tratar de entender profundamente el problema con el fin de estudiar cómo detener la actual pérdida de vida salvaje y tratar de proporcionar alternativas a las comunidades locales. Se trata de un proyecto a largo plazo. Me uní a ellos en una primera fase para fotografiar su trabajo. En esta primera etapa se dedicaron a estudiar el estado de salud del ecosistema ya que los estudios anteriores habían quedado obsoletos debido al rápido cambio sucedido en el lugar. Con Global Change and Conservation.