Dada su ubicación geográfica, la mayor parte del territorio indonesio estaba cubierto por selvas tropicales. Sin embargo, debido a diversos motivos, Indonesia experimenta actualmente una de las deforestaciones más intensas en el mundo. El cultivo de aceite de palma es quizás el más importante de estos motivos, aunque la industria maderera y la minera son también causantes de esta pérdida de selva original. Durante el 2015, coincidiendo con un año especialmente seco, se produjeron en Borneo los peores incendios sucedidos en décadas que arrasaron algunas de las selvas más antiguas y exuberantes del planeta.